HILO ROJO DEL DESTINO

Esta es mi continuación para el reto Tejiendo un Cuento

Hilo Rojo del Destino

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Y más lo iba a flipar, porque en ese momento apareció Roberto, con un enorme ramo de rosas sospechosamente parecidas a las de mi vecina de enfrente y una invitación a cenar...

No creía lo que veían mis ojos, todos nos observaban incrédulos, un chico como Roberto siendo lindo, esta era una broma.

-Hola Caroline - tomo mi mano y beso mis nudillos, estaba paralizada, Iris golpeo mi costado con el codo y reaccione.

-Que demonios haces -sin quitar la estúpida sonrisa de su rostro me entrego las rosas.

-Consintiendo a mi chica

-¿Tu chica? - el solo asintió.

-Nena te dije que me gustaban los retos, paso por ti a las 7 - se giro y se fue por el pasillo, esto era solo un reto para el, no niego que me ilusione un poco al verlo con un detalle así, pero yo no caería en su juego.

Camine molesta a mi siguiente clase, Iris iba a mi lado en total silencio, al parecer tan sorprendida como yo, Roberto era el idiota mas grande que había conocido, al parecer haría lo que fuera por meterme en su cama, pero estaba loco si creía que lo iba a conseguir.  Pensaba que con flores y una cena me tendría, estaba muy equivocado. Entramos al aula y buscamos nuestros asientos.

-¿Tienes una cita entonces? - Me gire hacia Iris quien me observaba con una enorme sonrisa.

-No

-O si, pasara por ti a las 7,  ¿no escuchaste?, creo que todo el mundo se entero.

-No iré a ningún lado con el

-Yo creo que si - la fulmine con la mirada y solo encogió los hombres - solo digo.

-No estoy demente.

Las clases antes del almuerzo no deje que Iris iniciara de nuevo, yo no quería salir con nadie. Nos encontramos con Michell  y simplemente evitaba mirarme.

Íbamos a la cafetería y por los pasillos todos murmuraban y me miraban como a un bicho raro. Tal vez al verme cargar el ramo de rosas todo el día pensaban que yo estaba con el, pero solo iba a devolverlo. Entramos y vi al fondo a Roberto y su grupo de amigos. Camine disidida hacia su mesa.

-Hola nena, veo que te gustaron - señalando las flores, tome el ramo y lo arroje a su cara.

-No me llames nena, y entiende de una vez que no saldré contigo, alejate de mi -  toda la cafetería miraba expectante la escena, no se como me atreví, el ceño fruncido de Roberto me intimido un poco, se levanto de su silla y se acerco a mi, yo no iba a retroceder, no le tenia miedo.

-Nena no me alejare, no quieres que lo haga - di un paso hacia atrás y me tomo por las muñecas acercándome mas a el, nuestros rostros estaban a una distancia nula - aceptalo.

Quería matarlo, torturarlo y luego matarlo, rozo sus labios con los mios y me aprisiono con sus brazos, todo era silencio, se me escapo un suspiro y la sonrisa de Roberto era arrogante, el me beso y casi olvido que estábamos en un lugar publico.

Esta es otra de las grandiosas ideas de Dulce Cautiva 

el reto "Tejiendo un cuento"

esta es mi continuacion de la historia

 "Hilo rojo del Destino" 

(aqui puedes ver como va la historia)

  

Estaba tan cerca de mi, quería que esto ocurriera, un aparte de mi lo anhelaba, ¿Cómo podía estar con Roberto? poco a poco el beso se intensifico, tenia que separarme de el pero no quería hacerlo, me gustaba, sentí su mano recorrer mi cintura, mis manos recorrieron su espalda y, de repente, solo se separo de mi.

-Nena no hagas esto - ¿Qué no haga que? - Sera mejor que vayas a casa, te acompaño, no quiero que te molesten abajo

-Me puedes explicar que esta pasando – recordé de pronto las palabras de Brian: "Lo siento, tío; creía que ya te habías quedado saciado por hoy" y por supuesto estaba con Stacy - supongo que por hoy quedaste saciado.

Estaba furiosa, como podía hacerme algo así, y que esperaba de alguien como el, Salí de su habitación y camine a la puerta, esquive a muchos de sus invitados, en la casa se mezclaba el olor de tabaco y alcohol.

Logre salir, estaba helando a fuera, camine hacia mi casa, no quería llorar pero las lagrimas pronto escaparían, como fui tan estúpida. Antes de llegar a la puerta Roberto tiro de mi, mi cuerpo choco contra el suyo y me sujeto fuertemente por la cintura, estábamos frente a frente.

-No malinterpretes las cosas, por favor nena

-Mi nombre es Caroline – trate de zafarme de su agarre pero me fue imposible, su fuerza no se comparaba con la mía.

-Caroline solo escucha

-No tengo nada que escuchar – intentaba esquivar su mirada, no quería demostrarle el efecto que tuvo en mi su rechazo, sabia que el estuvo con otras antes de que yo llegara, aun así cedí y lo bese. La furia que sentía era solo contra mi misma, de el no podía esperar mas.

-¿Que esta pasando? – ese era Dylan, venia llegando junto con Jane.

-Nena hablaremos después, te juro que no es lo que piensas – me dijo Roberto en un susurro y se separo de mi.

No quería ver a nadie, Corri hacia mi casa, necesitaba estar sola, entre y subí. Me tumbe en mi cama y las lagrimas comenzaron a salir, no era normal que Roberto tuviera ese efecto en mi

Escuche que tocaban la puerta de mi habitación, no quería hablar con Dylan, no sabia que había pasado después de que entre a casa.

-Caroline puedo entrar – era Jane, a pesar de ser la novia de mi hermano nunca hablábamos mucho, limpie mis mejillas, sabia que lo rojo de mis ojos no desaparecería tan fácil

-Adelante Jane – ella entro y se sento junto a mi en la cama

-Seria tonto preguntar si estas bien, es mas que obvio que no, Dylan quería hablar contigo pero esta algo alterado - ¿alterado?

-Que le pasa

-Piensa que aquel chico, tu vecino, te hizo daño

-El no me hizo nada Jane

-Yo diría que si, aunque no lo que piensa Dylan – ella se sento a mi lado y me abrazo, no pude evitarlo y comenze a llorar de nuevo

-Soy una tonta

-Quieres decirme que paso, se que tal vez no confies en mi como una amiga, pero siempre ayuda hablar con alguien

Le conte como conoci a Roberto, lo que había pasado con michael y stacy, como me había defendido y que fui agradecerle a su casa. Claro omitiendo los detalles bochornosos

-Y por eso lloras, no lo creo – dude un momento en decir la verdad, pero me había ayudado mucho desahogarme, era diferente a cuando hablaba con iris.

-El me beso y yo…yo respondi el beso, luego simplemente se alejo... me dijo que era mejor que fuera a casa.

 – Presiento que alguien esta enamorada – la sonrisa de Jane era enorme, no podía hablar en serio.

¿A caso podría enamorarme de alguien como el?¿Estaba enamorada de Roberto? 

No, eso es imposible.